Saturday, September 18, 2010

EL ARTE DE MARIETTA ROBUSTI




Marietta Robusti ( autoretrato)

EL ARTE DE ROSA BONHEUR

"Pastor tierras altas" 1859
"El toro negro"
" Ovejas cerca del mar"


Rosa Bonheur

ESCRITORAS ESPANOLAS DEL SIGLO XIX


Gertrudis Gómez de Avellaneda




María Josefa Massanes i Dalmau




Carolina Coronado Romero





Faustina Sáez de Melgar




Maria Mendoza de Vives

Monday, September 6, 2010

SIMONE COUSTEAU



Jacques Yves Cousteau pasó toda su vida en el mar, no contento con inventar los equipos de buceo actuales recorrió el mundo, a bordo del Calypso para enseñarle a la humanidad la grandiosidad de los océanos.
Muchos hombres y mujeres crecimos entre sus imágenes, muchos fuimos contagiados por su "fiebre de mar", jugábamos de chicos a ser buzos del Calypso, conocíamos todas sus historias, vivimos todas sus inmersiones.
Pero la mayoría de la gente jamás conoció la historia del día que el Calypso se perdió, de aquel día que pudo ser el último día de una historia que aún no había comenzado.
Terminaba la década de los 40, no era una época fácil en Europa.
La segunda guerra mundial había dejado a Francia en ruinas.
Jacques Cousteau, un joven oficial de la marina decide dar un vuelco a su vida, con la ayuda de sus amigos y un esponsor secreto, compra un viejo dragaminas fuera de servicio y lo bautiza "Calypso", renuncia a la marina y convence a un grupo de buzos para acompañarlo en la gran aventura: recorrer los mares del mundo filmando los fondos oceánicos.
Todos sus ahorros se gastaron en equipamientos, vendió su casa para costear el viaje, todo su pasado y su futuro estaban puestos en ese viejo barco.
Partieron rumbo al Mar Rojo donde planeaban filmar su primera película.
Al llegar anclaron el barco cerca de la costa de Egipto y todos los hombres fueron al agua; en el barco sólo quedó la esposa de Cousteau, Simone.
Mientras que los buzos estaban bajo el agua, el cielo se cubrió de nubes, la superficie del mar se encrespó, comenzó a soplar un fuerte viento.
Los buzos no pudieron volver al barco, nadaron hacia la costa. Una vez ahí contemplaron al Calypso que se sacudía con cada golpe de ola, tironeando el cabo del ancla que se rompería inevitablemente.
Cousteau temía por su esposa, una mujer delgada que no tenía idea de barcos ni de navegación. Los buzos, presos de impotencia, esperaban la rotura del cabo del ancla para ver como todas sus ilusiones se hundían con el viejo buque.
El cabo se rompió en un estallido seco, e inmediatamente se escuchó el motor del barco que se ponía en marcha, viraba a babor y se internaba en el mar de frente a la tormenta.
Al timón estaba Simone Cousteau, y no parecía estar dispuesta a dejar hundir al Calypso. Como no sabía nada de náutica, decidió ir mar adentro, donde no podría chocar con nada.
Viajaba hacia la tormenta. Ocho horas duró la lucha entre el viejo dragaminas y el mar, ocho horas donde una mujer sola, que nunca antes había estado en un barco, sacaba fuerzas de la nada para evitar que los sueños de su marido se hundieran ese día.
Cuando la tormenta terminó, llevó el barco hacia la costa que se veía a la distancia, pero como no lo sabía atracar y ya no tenía ancla, simplemente lo dejó flotar a la deriva con el motor apagado, esperando que los buzos, que miraban la maniobra desde tierra, se pudieran acercar a nado.
Al llegar encontraron a una Simone sonriente que, ante la sorpresa de todos, los recibió con café caliente.Pasaron muchos años, y el viejo dragaminas se convirtió en uno de los buques oceanográficos más famosos del mundo, navegó por todos los mares y visitó todos los puertos.
Cousteau adquirió fama internacional.
En 1980, en un reportaje, un periodista le preguntó si era difícil comandar el Calypso, Cousteau contestó:"No, si está Simone a bordo, ella es la cocinera, la madre de treinta marineros, la que aconseja, la que pone fin a las peleas, la que nos manda a afeitar, la que nos reta, la que nos acaricia, la peluquera de a bordo, nuestra mejor crítica, nuestra primera admiradora, la que salva al barco de las tormentas.
Ella es la sonrisa cada mañana y el saludo antes de irnos a dormir.
El Calypso podría haber vivido sin mí...pero no sin Simone"
Una mujer que vivió entre cámaras y nunca se dejó fotografiar, no figuró en ninguna de las enciclopedias del Calypso, se negó a ser vista en las películas, y la mayoría de la gente nunca vio su cara. Nuestro homenaje a Simone Cousteau...
y a todas esas mujeres que trabajan desde el silencio y a quienes las saben valorar...



Thursday, July 8, 2010

RECORDANDO A MARIA DE LA CRUZ TOLEDO

Primera mujer Senadora de Chile

El 29 de junio, en un intervención en el Senado, la parlamentaria se refiere al hecho:

"Quieren eliminarme porque soy justicialista en mis ideales y ellas (las acusadoras) consideran que hay que definirse entre el régimen capitalista o el comunismo-marxista; ellas no admiten la tercera posición, en la cual estoy.

¿Quién las guía y las inspira? ¿Quién las dirige?. No lo sé.
Hay otras personas que creen saberlo, porque ellas mismas han hablado, al parecer, más de lo conveniente.

Pero la consigna de ellas es impedir que los ideales del justicialismo se propalen, y yo los propalo y mi voz es voz del pueblo, voz de angustia, voz de desamparo y de miseria, es voz de madre y, por consiguiente, es voz que recláma porvenir para los hijos.

El justicialismo reclama una tercera posición, en que actúe directamente el pueblo en la dictación de la ley y la administración del Estado, sin atacar el sistema capitalista, pero involucrando en él a los eternamente postergados y marginados; no puede ser marxista esta tercera posición, porque el socialismo de Estado es el capitalismo de un grupo de hombres que gobiernan a su arbitrio y que, si son buenos, lo harán mal.

La tercera posición entraña el gobierno de todas las fuerzas productoras y consumidoras, no en razón de ideas políticas o religiosas, sino en razón de actividades de trabajo productor..."

Sunday, April 11, 2010

BARBARA RIVEROS GANA PRUEBA DEL MUNDIAL DE TRIATLON




La chilena se impuso en Sydney en 2 horas, 4 minutos y 19 segundos.
EFE
Domingo 11 de Abril de 2010 06:31



MADRID.-Bárbara Riveros se ha convertido este domingo en la primera iberoamericana que gana una prueba de un Mundial de Triatlón, tras imponerse hoy en la de Sydney.La española Ainhoa Murua ocupó la 32ª plaza, informa la Federación Española.Riveros, de 22 años, se ha impuesto al esprint a la neozelandesa Andrea Hewitt y a la australiana Emma Moffatt, dos de las principales favoritas.Riveros completó los 1,5 kms. de natación en el Puerto de Sydney, los 40 kms. de ciclismo y los 10 kms. de carrera a pie en 2 horas, 4 minutos y 19 segundos."Cuando me he visto en cabeza en la última vuelta a pie, me he puesto muy nerviosa,” ha declarado la vencedora al acabar la prueba inaugural del Dextro Energy-Campeonato del Mundo."Normalmente no soy muy buena en el esprint final, pero hoy todo ha salido muy bien,” añadió.